*Casa Museo Sarmiento.

El Museo Sarmiento, fue inaugurado el 11 de septiembre de 1997. La casa que en 1855 construyera el sanjuanino, hoy está protegida por una cobertura de vidrio. Forma parte del complejo una construcción prefabricada inglesa de principios del Siglo XIX, que fuera de la “Asociación Protectora de Niños, Pájaros y Plantas" que comprara Sarmiento. También funciona una biblioteca pública municipal que lleva el nombre de la madre del prócer, Doña Paula Albarracín.Que Sarmiento amó su Prócida no existen dudas. En carta a su esposa en Chile, le dice: “Salvo a la quinta de Vélez o a las islas, no salgo de un círculo estrecho”. El historiador Manuel Gálvez comenta que el lugar para descanso de tantas luchas es un espacio entre árboles y plantas en una Isla del Carapachay: ”Allí pasa de cuando en cuando varios días, en la sociedad de los isleños. Escribe mucho sobre estas islas del Paraná y en sus títulos, se ha llamado carapachayo”.

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*Un poco de historia.

Pocos son hoy los que recuerdan que si bien el tren llegó en 1865 a Tigre, fue el 16 de Agosto de 1916 que se inauguraba el primer ferrocarril eléctrico de Buenos Aires a Tigre. Nada menos que el primero de Argentina y de toda América del Sur. Por ese mismo camino antes de la vía férrea, transitaban las carretas cargadas de duraznos, manzanas y leña que al tranco lerdo, testaban los 33 Km. hasta Buenos Aires. Desde la Estación Ferroviaria ya es posible advertir los tesoros de la ciudad y su cuidada vegetación urbana, orgullo de los tigrenses. Palmeras, plátanos, ceibos e infinidad de árboles autóctonos, se encargan de convertir a las cuidadas calles en un solaz para la vista y el espíritu.

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*Puerto de Frutos.

Se llega al Mercado de Frutos por la Calle Sarmiento en dirección al Río Luján. En él es posible adquirir, en los muchos puestos de venta, frutos, plantas, artesanías de mimbre y paja, quesos y embutidos isleños. Sarmiento llamaba a su isla cercana, Prócida, un nombre que le traía al sanjuanino reminiscencias de la isla napolitana. Allí, a la vera de su casa aún en pie, plantó por primera vez en el Delta, el mimbre.En los puestos podemos encontrar a los artesanos tejiendo las varas de mimbre y junco, fabricando arcos de polo, canastas, sillones, mesas, etc. En la segunda dársena, las “lanchas almaceneras” se proveen de los productos que les venden a los lugareños en las islas. También hay puestos de frutas según la estación del año, como los kakis, membrillos, pecanes ( o nueces de las islas), etc. También el mercado de plantas y flores.En la tercera dársena, la más amplia, descargan las chatas o los barcos fluviales madereros, que llegan cargados con troncos de sauce, álamos, etc, provenientes de las islas forestadas del Delta.

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*Estacion Fluvial.

Uno de los mayores atractivos de la Ciudad es la Estación Fluvial. Desde ella, en pintoresco remedo de colectivos ciudadanos y de lejanos vaporetos venecianos, parten sin solución de continuidad las lanchas colectivas, llevando y trayendo a los isleños a sus hogares y a los visitantes siempre sorprendidos ante un espectáculo nada común.
Más allá, la "Beatriz-Juan Carlos", la "Isabelita" y "La Selva Negra", descansan avizorando entre balanceos, la partida con sus cargas de leña y frutos. En ese mundo de cascos, motores y aguas rizadas, los catamaranes y los yates, como el "Victoria”, también tendrán su cuota de aventura y descubrimientos al transitar entre canoas y botes de espigadas figuras náuticas.

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Museos de Tigre.

*Historia del Museo de Arte Tigre.

En 1909 se crea la sociedad para la instalación de un centro social. proyecto de Dubois y Pater,
posee dos plantas, dos torrecillas, mirador octogonal y escalera de mármol. En la planta baja funcionó el
Casino hasta el 6 de Enero de 1933 que se prohibió por encontrarse cerca de la Capital Federal,
trasladándose a la Ciudad de Mar del Plata. Durante 1912 y 1913 se construye la terraza que va del frente
del edificio hasta el Río Luján, sirviendo de palco para presenciar y ser punto de partida en más de una
competencia de remo. Con los beneficios de los juegos de azar se hicieron numerosas obras benéficas:
un autobomba, becas, etc. En 1942 entró en decadencia y fue ocupado por Gendarmería Nacional.
En 1976 pasó al Patrimonio Municipal. En 1979 se declaró Monumento Histórico Nacional y hoy luego de varios
años de trabajo, abrió sus puertas como Museo de Arte, un sueño cumplido de quien fue
un gran intendente en Tigre : Ricardo Ubieto.